Los 10 primeros segundos son cruciales.
No mirarla directamente a los ojos.
Suprimir, si es que se puede, totalmente el olfato, pues de allí derivan los principales problemas y quizás, todos.
No preguntar cosas personales,
no interesarse por su vida amorosa (tanto como si la tiene como si no)
y no imaginarse nunca y recalco “nunca” nada.
Mirarla con distancia, como si lo que estuvieses viendo es una película mala que no quieres volver a ver.
Escuchar mas no oír. No resulta fácil, porque todos tendemos a ponernos en la posición de los demás y nos dejamos llevar por el sentir que en algo nos afecta eso que le sucede.
Respirar hondo todo el tiempo. Pensar siempre en el siguiente paso, en el siguiente movimiento, en la vía de escape más segura. Pensar como si fuésemos un asesino a sueldo.
Nunca decir algo íntimo, ni siquiera el color que más te atrae o una canción que piensas que te podría identificar.
Tienes que no ver como es su vestido, no ver que arreglos lleva puesto y mantener la atención de ella en cualquier cosa que está pasando, no es difícil desviar la atención si tienes bien claro que es lo que quieres hacer. Nunca un roce, no eres un amigo, eres un hombre, uno cualquiera.
No eres enigmático, no tienes nada que ella quiera saber de tí.
Estás tan vacío que se lo haces saber, no tienes chispa, ries con estupideces y dices malos chistes.
Ojalá que siempre lleves olor a algo que no es usual, a comida o a encierro.
Tienes, aparte de todo esto que te he contado, entender el principio principal de ser una sombra, eso ya te lo he enseñado.
¿de qué me servirá todo esto? te preguntarás…
y yo te diré: evitarás una vez más, que alguien te rompa el corazón.
y eso siempre se agradece. *
ps: El miedo a sufrir, hoy me congela en el rancho peor...*
No mirarla directamente a los ojos.
Suprimir, si es que se puede, totalmente el olfato, pues de allí derivan los principales problemas y quizás, todos.
No preguntar cosas personales,
no interesarse por su vida amorosa (tanto como si la tiene como si no)
y no imaginarse nunca y recalco “nunca” nada.
Mirarla con distancia, como si lo que estuvieses viendo es una película mala que no quieres volver a ver.
Escuchar mas no oír. No resulta fácil, porque todos tendemos a ponernos en la posición de los demás y nos dejamos llevar por el sentir que en algo nos afecta eso que le sucede.
Respirar hondo todo el tiempo. Pensar siempre en el siguiente paso, en el siguiente movimiento, en la vía de escape más segura. Pensar como si fuésemos un asesino a sueldo.
Nunca decir algo íntimo, ni siquiera el color que más te atrae o una canción que piensas que te podría identificar.
Tienes que no ver como es su vestido, no ver que arreglos lleva puesto y mantener la atención de ella en cualquier cosa que está pasando, no es difícil desviar la atención si tienes bien claro que es lo que quieres hacer. Nunca un roce, no eres un amigo, eres un hombre, uno cualquiera.
No eres enigmático, no tienes nada que ella quiera saber de tí.
Estás tan vacío que se lo haces saber, no tienes chispa, ries con estupideces y dices malos chistes.
Ojalá que siempre lleves olor a algo que no es usual, a comida o a encierro.
Tienes, aparte de todo esto que te he contado, entender el principio principal de ser una sombra, eso ya te lo he enseñado.
¿de qué me servirá todo esto? te preguntarás…
y yo te diré: evitarás una vez más, que alguien te rompa el corazón.
y eso siempre se agradece. *
ps: El miedo a sufrir, hoy me congela en el rancho peor...*
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